Un barco encallado y una decena de guardianes del escultor Xavier Mascaró toman el Parque de Málaga. Las figuras, de gran impacto visual, forman parte de una muestra que llega a España por primera vez y que estarán hasta el 30 de noviembre.
El esqueleto de un gran barco de 17 metros de largo y dos de altura y una decena de guardianes de unos tres metros de alto por casi dos de ancho, creados en hierro por el escultor nacido en París Xavier Mascaró, han llegado por vez primera a España y se exhiben en la calle en pleno centro de Málaga.
La embarcación y los custodios -que el pasado año tomaron los jardines del Palacio Real de París, donde se pudieron contemplar en la primera ocasión- navegarán hasta Sevilla y Madrid cuando dejen Málaga, donde estarán hasta el 30 de noviembre en una exposición organizada por la Fundación Unicaja.
"La barca es una metáfora de la vida, de la travesía, del viaje", según el artista, que ha explicado a los periodistas que los guardianes, situados en fila, "completan la instalación porque es una escenificación de lo esencial de la travesía, de la vida, son custodios de los valores importantes que trascienden".
Año y medio empleó el creador en gestar estas obras monumentales -que ahora están cerca del mar- y en su fundición ocurrió un accidente con una pieza al reventarse una caja y escaparse mil kilogramos de hierro en una aleta del barco, lo que para Mascaró es "una fisura o resto del cataclismo".
visto en diariosur.es
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